Arcángel San Miguel

Familiarmente llamado San Miguel Arcángel, se debe probablemente a que luchó contra las fuerzas del mal. Miguel es el que protege a los creyentes, libera sus casas, destruye las obras de magia negra y sortilegios; desempeña claramente una función insustituible, por tanto es un colaborador amado y venerado, tanto por los humildes para que se sienten protegidos, como por los poderosos que se identifican con él.

 

El hecho de que en el transucurso de los milenios le hayan sido dedicadas las iglesias y catedrales no significa que Miguel sea el Angel mas importante de toda la jerarquía, más bien está aún muy cercano a la esfera humana. Muchas otras son las Santas Criaturas delante del Trono de Dios, pero ninguna escritura oficialmente aceptada por el Cristianismo nos ha transmitido sus nombres. De hecho, en la tradición Miguel es el guerrero, el protector, el que proviene de las fuerzas oscuras, es la roca fuerte de la luz, el baluarte de la confrontación con las tinieblas. Su espada llameante además de traspasar al dragón, parte la oscuridad, derrota a las tinieblas y devuelve a sus protegidos el consuelo de la Luz.

 

Representa el Sol en su pleno dominio, a lo largo del arco resplandeciente de su recorrido, de las primeras luces del Este hasta el último rayo del Oeste, antes de que llegue la noche.

 

En el plano humano, el arcángel Miguel ayuda a conseguir éxito, la afirmación, facilita la lucha para superar los obstáculos. Es invocado con centenares de fórmulas para la protección contra los sortilegios y las magias negras.